Gracias a la colaboración fundamental de España, la Agencia Espacial Europea (ESA) colocará el próximo 17 de diciembre su primer satélite destinado a la observación de exoplanetas (planetas fuera del Sistema Solar).

La enorme maraña de detalles técnicos y la complejidad de los dispositivos que entrañan este tipo de misiones busca dar respuesta a algunas de las grandes cuestiones de la humanidad. ¿Estamos solos en el universo? ¿Cómo se creó la Tierra? ¿Podríamos ‘mudarnos’ a otros planetas?

El propósito de lamisión CHEOPS (Acrónimo de ‘satélite de caracterización de exoplanetas’) a priori es tan poco sugerente para los legos en ciencia como su nombre. Su objetivo no es otro que “observar estrellas que se sabe que albergan planetas con una precisión sin precedentes para caracterizar su población de planetas”. Para ello utilizará una técnica denominada “fotometría de tránsito ultraprecisa”.

A diferencia de proyectos tan célebres como Kepler o TESS de la NASA, CHEOPS no es, sostiene la ESA, “una máquina de descubrimiento”, sino más bien una misión de seguimiento centrada en sistemas que ya han sido descubiertos.

Dicho profanamente, donde otros ya han puesto el dedo, CHEOPS irá más lejos. “La misión puede estimar los tamaños de estos planetas con una precisión mucho mayor, mejorando nuestros conocimientos sobre su densidad y permitiendo a los científicos refinar los modelos de formación y evolución de los planetas”

Densidades, nubes y anillos

La información que envíe este satélite permitirá al equipo científico de la misión, coordinado desde la Universidad de Ginebra (Suiza), realizar mediciones mucho más precisas del tamaño de estos planetas, obtener datos interesantes sobre las atmósferas -como la presencia de nubes- o describir la presencia de lunas y anillos.

“Después de dos décadas de descubrimientos de planetas, con CHEOPS entramos en la era de la ‘exoplanetología’”, sostiene Didier Queloz, jefe de ciencia de CHEOPS de la Universidad de Génova.

Ilustración de los tres nuevos exoplanetas descubiertos por la misión TESS de la NASA
Exoplanetas: en busca de un eslabón perdido entre los mundos

Aunque no sea su función principal, la misión también tiene un potencial de descubrimiento de otros planetas significativo. El 15% del programa estará dedicado a ello.

Punta de lanza de la ‘NASA’ europea

El satélite ha sido construido y ensamblado por Airbus Defence and Space en sus instalaciones de Barajas (Madrid), desde donde ya ha sido transportado a la Guayana Francesa para su próximo lanzamiento.

Este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de varios estados miembros de la ESA y Suiza, con un pormenorizado reparto de funciones. El centro de operaciones de este consorcio estará situado en las instalaciones del INTA en Torrejón de Ardoz.

CHEOPS no es más que el primer paso de la ambiciosa estrategia de exploración de exoplanetas de la agencia europea, que planea poner en órbita otros dos satélites más -Plato y Ariel- a finales de la década de 2020. De hecho, se trata de una misión de bajo coste dado que su presupuesto no supera los 50 millones de euros y se ha desarrollado en solo seis años.